Lasemana pasada asistí al primer aniversario del proyecto Conexiones de laFacultad de Humanidades y Comunicación de la Universidad Centroamericana. Para celebrar la ocasión, el medio digital organizó un conversatorio en el que participó el bloguero nicaragüense Martin Mulligan, y el Editor de La Brújula, Yader Luna.
Algunos puntos interesantes y controversiales fueron abordados, los cuales iré discutiendo en futuras entradas. Hoy quiero concentrarme en un momento particular del conversatorio en el cual se afirmó que el periodismo digital en Nicaragua sigue “estancado”, bajo el supuesto de que las ediciones digitales de los diarios “siguen siendo una copia fiel a la versión impresa”.
Primero, y en esto quiero ser enfático, esta afirmación me parece equivocada. El estado actual del ciberperiodismo en Nicaragua no podría ser más alentador, aunque ciertamente se tiene que seguir mejorando. La Prensa y El Nuevo Diario, por ejemplo, no sólo cuentan con un equipo de periodistas dedicado a sus versiones en línea, la cual actualizan en varios momentos del día con noticias de agencias internacionales (hay que decir que en esto hay un exceso), y noticias nacionales de última hora. Además, este equipo está dedicado a producir videos y administrar de manera más proactiva las redes sociales, donde incluso han empezado a interactuar con sus lectores.